Discusión del Plan USA - Comité Polìtico UCJD Bogotá (viernes 8pm)
Hola todos,
Cada vez se hace más evidente que la discusión política de la ciudad pasa por la situación de Bogotá en el mundo. Es por ello que desde el corporativo Bogotá de la Unión Colombiana de Jóvenes Demócratas no somos ajenos a esta dinámica, por lo que valiéndonos de nuestra experiencia e interlocución en espacios internacionales que queremos ser partícipes y protagonistas de los debates globales que afectan al país.
En esta ocasión discutiremos sobre un tema que nos ha rondado la cabeza en la organización desde hace unos años: El Plan USA. Si! pareciera que se refiere a la versión de la estrategia colombiana sobre las drogas en Estados Unidos, pero es mucho más que eso: la legalización, su incidencia sobre el conflicto en nuestro país y lo que pasa por el tema de la autonomía y libertad de lso individuos, como liberales que somos... pero muchas más connotaciones.
En últimas estamos invitando a un espacio abierto en el que haya más por construir que algo ya construido, un espacio donde no haya un tertuliante fijo si no una plenaria en la que todos aportan y donde los que más se han pensado el tema nos darán luces para tirar línea.
Obviamente lo que salga no va a ser la posición de la UCJD pero si será un punto de partida para llevar las discusiones ante el comité internacional y CD de la Unión, para ojalá tener algo final para llevarlo a la asamblea de IFLRY en Dallas EEUU.
La invitación es entonces a las 8 de la noche del viernes 15 de junio en la Kra 31 número 91-92. Barrio La Castellana. Tel. 218 1288.
Todos los miembros y amigos están cordialmente invitados!
Lázaro Ramírez
Vicepresidente de Asuntos Internacionales
Unión Colombiana de Jóvenes Demócratas
Cada vez se hace más evidente que la discusión política de la ciudad pasa por la situación de Bogotá en el mundo. Es por ello que desde el corporativo Bogotá de la Unión Colombiana de Jóvenes Demócratas no somos ajenos a esta dinámica, por lo que valiéndonos de nuestra experiencia e interlocución en espacios internacionales que queremos ser partícipes y protagonistas de los debates globales que afectan al país.
En esta ocasión discutiremos sobre un tema que nos ha rondado la cabeza en la organización desde hace unos años: El Plan USA. Si! pareciera que se refiere a la versión de la estrategia colombiana sobre las drogas en Estados Unidos, pero es mucho más que eso: la legalización, su incidencia sobre el conflicto en nuestro país y lo que pasa por el tema de la autonomía y libertad de lso individuos, como liberales que somos... pero muchas más connotaciones.
En últimas estamos invitando a un espacio abierto en el que haya más por construir que algo ya construido, un espacio donde no haya un tertuliante fijo si no una plenaria en la que todos aportan y donde los que más se han pensado el tema nos darán luces para tirar línea.
Obviamente lo que salga no va a ser la posición de la UCJD pero si será un punto de partida para llevar las discusiones ante el comité internacional y CD de la Unión, para ojalá tener algo final para llevarlo a la asamblea de IFLRY en Dallas EEUU.
La invitación es entonces a las 8 de la noche del viernes 15 de junio en la Kra 31 número 91-92. Barrio La Castellana. Tel. 218 1288.
Todos los miembros y amigos están cordialmente invitados!
Lázaro Ramírez
Vicepresidente de Asuntos Internacionales
Unión Colombiana de Jóvenes Demócratas
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1 comentario:
Buenas tardes a todas y todos los amigos de la UCJD en Bogotá.
Ante todo, celebro la invitación de Lázaro y la importancia a tratar un tema que, como el del PLAN USA, nos conduce a distintas reflexiones complejas como la del narcotráfico, su relación con el conflicto armado, la relación de Colombia con Estados Unidos, entre otras.
Si bien el Corporativo Bogotá no puede decidir nada, sí debería recomendarle al CD un modelo de resolución para que Paola y Lázaro lleven a Dallas.
Por ahora, creo que la UCJD tiene en su Agenda por Colombia y en el Informe Nacional de Desarrollo Humano, El conflicto, callejón con salida, algunos puntos que pueden servir para el debate.
En primer lugar, vale la pena entender las implicaciones del narcotráfico en el conflicto colombiano:
"Las drogas ilegales se han convertido en centro de gravedad del conflicto colombiano. Con el narcotráfico se catapultó la capacidad militar de los grupos armados, se acentúo su lógica rentista, se criminalizaron sus acciones, se erosionó la legitimidad del sistema político y se internacionalizó la confrontación.
"De lo anterior se desprende que debilitar el narcotráfico es condición necesaria para superar el conflicto armado. Sin embargo, no es condición suficientes, ya que la relación entre los dos problemas es bastante compleja" (INDH, pág. 305).
Tan compleja es, que da lugar a falacias como que:
i) Los grupos armados sólo buscan rentas.
Estos grupos no son sólo cazadores de rentas; son también, entre otros, proyectos políticos, ejércitos y actores en disputa por la regulación social local.
ii) Acabar con la droga pondría fin al conflicto.
Aún sin droga, el conflicto armado tiene otros motores que lo exacerban, tales como la variedad en sus raíces y dinámica, que hace que el conflicto sea muy distinto de una región a otra; y además, la variedad de fuentes de ingresos de los grupos armados, distintas a las actividades del narcotráfico.
iii) Acabar con el conflicto eliminaría el narcotráfico.
Está probado que la industria de las drogas se ha desarrollado y mantenido también por fuera del conflicto. Basta observar la existencia de los grandes y pequeños carteles, y la experiencia internacional que mantiene el narcotráfico en situaciones de posconflicto.
iv) Mientras exista la industria ilegal de las drogas habrá conflicto.
Que la droga sea combustible del conflicto, no implica que sea su causa. Habría que mirar cómo otros países productores o comercializadores de droga a gran escala (Bolivia o México) no tienen conflictos internos comparables a los de Colombia.
v) La droga debe derrotarse de cualquier modo y a cualquier precio.
Además de su ineficacia, las políticas de represión química y militar sobre la producción y la oferta han mostrado nefastos resultados, como la criminalización del campesinado, por ejemplo.
Entonces, siguiendo con el INDH, las cuatro vías a través de las cuales el narcotráfico alimenta el conflicto se podrían resumir así:
- como fuente directa de violencia;
- como factor de legitimación local de los grupos armados;
- como fuente de ingreso para estos grupos; y
- como elemento corruptor del sistema político.
En segundo lugar, en materia de propuestas referentes al narcotráfico, ya nuestra Agenda por Colombia enuncia algunas:
- Rechazo al componente militar del Plan Colombia, porque el problema no es carácter militar.
- Rechazo a la fumigación aérea porque destruye la biodiversidad.
- Aceptación y aún fortalecimiento de la lucha policial y de la cooperación internacional de policía contra el tráfico, que incluya todos los eslabones de la cadena (siembra, fabricación, distribución, lavado, precursores, armas...).
- Aceptación de que la droga es nociva y por lo tanto debe ser combatida con firmeza. Esto nos eximiría del debate moralista entre prohibicionismo y legalización, que además tiene muy pocas posibilidades de tener eco político en Estados Unidos.
- Pero, al salir del terreno moral, entramos al terreno pragmático o de cuál es la mejor estrategia para resolver el problema. Así pasaríamos del síntoma a las causas: en vez de acentuar la represión del consumo o de la producción, hay que obrar sobre las causas sociales del consumo en Estados Unidos y de la producción en Colombia.
- A partir de esa reconceptualización, proponemos un nuevo diálogo multinacional sobre el narcotráfico, que eventualmente incluya un "Plan Colombia" orientado hacia las causas sociales de la producción, no hacia la represión.
En tercer lugar, está el tema de la legalización.
Si bien es cierto que "la rentabilidad del negocio de las drogas se debe precisamente al hecho de que son prohibidas: es la política de Estados Unidos lo que crea enormes ganancias para el Tercer Mundo", hay que tener en cuenta el llamado "costo social de la guerra". Y aquí, el INDH, con base en Paul Collier, no lo podía decir mejor:
"Entre muchos de los partidarios de 'legalizar' la droga no parece haber conciencia suficiente sobre los daños sociales que acarrea su consumo. Dado en particular su carácter adictivo, el consumo de drogas 'duras' aumenta el riesgo de conductas criminales, el de contaminación por vía intravenosa y el de episodios como abuso, suicidio, desintegración familiar, bajo rendimiento escolar y pérdida de productividad laboral.
"De allí que las propuestas de legalización a secas sean también un obstáculo para el tratamiento inteligente del problema" (INDH, pág. 314)
En cuarto y último lugar, la invitación para la UCJD.
La invitación entonces, para una organización como la UCJD, con posibilidades de interlocución y difusión internacionales, sería a dos cosas fundamentalmente:
1. A complejizar el fenómeno y la mirada sobre el mismo. Es decir, no deberíamos formular una propuesta más, como lo son la mayoría, limitada a denunciar los daños del prohibicionismo, sin concretar el tipo de restricciones a fijar (edades mínimas, cantidad vendida, entre otras), o sin añadir cómo se controlarían los mercados paralelos al administrado por el Estado.
2. A concertar una nueva relación y una nueva agenda con Estados Unidos, en las que cada país identifica sus propios problemas, asume sus propias responsabilidades y, en consecuencia, formula sus propias políticas. En Colombia el problema es de producción y comercialización, de oferta; entonces debe fortalecer, por ejemplo, las estrategias de interdicción. En Estados Unidos, el problema es de consumo, de demanda; entonces deberían concentrarse en programas de salud pública y pedagogía. En síntesis, que cada quien asuma lo suyo.
Hasta pronto,
Andrea Arboleda B.
Presidenta
UCJD - Bogotá
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