UCJD Calendario

_



SALA DE REUNIONES

Portal Bogotá - Noticias


CLIMA

EL TIEMPO.COM - Bogotá

Para actualizaciones del blog escriba su e-mail:

Delivered by FeedBurner

 Bitacoras.com
BloGalaxia
BloGalaxia
Blogarama - The Blog Directory

imagen

SUSCRÍBASE A NUESTRO BOLETÍN QUINCENAL





lunes, febrero 19, 2007

La parapolítica, ¿un problema 'nacional'?

La reflexión sobre la para-política que ha ocupado los medios en los últimos días, hasta ahora ha sido de carácter nacional, centrada en la suerte de figuras parlamentarias, sin embargo, la responsabilidad de una organización como la UCJD es la de volcar la mirada sobre la manera como se hace política en lo regional. Por supuesto, esto no para estigmatizar regiones enteras como ha venido sucediendo, sino para entender las lógicas y las motivaciones reales de la política en la ‘periferia’.

Y qué mejor oportunidad para pensar en esto y evitar trágicas repeticiones, que las elecciones locales de octubre próximo.

Cada quien hace lo que cree que le corresponde y todos los esfuerzos son legítimos. La Registraduría Nacional hace intentos por blindar las elecciones de octubre con la rotación de funcionarios y medidas que empiecen por proteger el proceso de inscripción. Los centros de estudio sobre conflicto armado, como la Corporación Nuevo Arco Iris, aportan sus análisis sobre el comportamiento y la dinámica territorial de los narco-paramilitares y su relación con las elites locales. Y hasta la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación suspira porque así como el 8000 ‘depuró’ las elecciones presidenciales, este fenómeno de la para-política ‘sanee’ las elecciones locales.

No obstante, y pese a toda la utilidad que tienen los intentos bienintencionados, el análisis acerca de la permeabilidad de las regiones frente al fenómeno narco-paramilitar parece que todavía no se ha abordado a profundidad.

Es así como se debe proponer un análisis que salga de las regiones, y no sólo que llegue a las regiones. Esto implica necesariamente:

o Evitar el lugar común que le atribuye toda debilidad regional a la ‘ausencia del Estado en la periferia’, sin asignar mayores responsabilidades que las que de manera tradicional se les asignan a los actores armados ilegales en abstracto.

o Concretar el discurso de las ‘elites locales’, el de la llamada ‘clase política’ regional, para aterrizarlo con responsabilidades concretas al papel de los partidos políticos en los territorios.

o Revisar hipótesis como las de Edward Gibson, quien insiste en la resistencia local a los cambios que trajo la Constitución del 91, provocando así una gran euforia en el ámbito nacional que no ha logrado traducirse en expresiones más democráticas y modernizadoras de la política en el ámbito regional.

Una organización de alcance nacional como la UCJD, es decir, con jóvenes amigos trabajando por una política renovada en el sur, norte, centro y oriente del Tolima, o en el norte de Boyacá, o en el suroriente caucano, o en la zona metropolitana de Medellín no se debe conformar con los discursos de antaño que convierten la contrainsurgencia en la legitimación de la acción paramilitar, o a la insurgencia en la respuesta de la falta de Estado.

Hoy la UCJD está trabajando de frente a la única expresión del Estado en muchos lugares del país: los alcaldes, los concejales, los personeros. Y tenemos que entender que una manera clara de blindar, desde nuestro lugar en el mundo, esos escenarios políticos de la intervención perversa de los grupos armados, es ayudando a consolidar unos partidos fuertes en la región. No más el foco sobre los parlamentarios y grandes voceros de los partidos en Bogotá. No. Nuestra pregunta debe ser ¿cómo modernizar la política local? ¿cómo ponerle dientes a las libertades y la pluralidad de la Constitución del 91 y su reforma allá donde parecen no darse por aludidas las autoridades locales cuando se habla de bancadas y voto programático?

Claro está que podemos seguir usando la excusa del conflicto, a mi modo de ver, por mucho tiempo más, y de manera legítima, con razones de seguridad personal y colectiva. Pero, por favor, que eso no nos exima de llamar a cuentas a los partidos políticos, y no a aquellos que han venido funcionando hasta ahora de manera arraigada en las regiones. Porque obviamente habrá quien pueda contestar que partidos sí ha habido toda la vida en las regiones. Pero por eso mismo, ¿qué clase de partidos? ¿esos mismos que han agenciado las alianzas con la derecha y la izquierda ilegal en los municipios? ¿esos mismos que no se han dado por aludidos con la democratización en el resto del país? Pues son esos mismos a los que ahora debemos llamar a que asuman su responsabilidad política en esta nueva crisis.

Los partidos políticos –además de su representación de la ciudadanía- también son una expresión del Estado cuando entran a ejercer el poder público, y deben mirarse a sí mismos como tales. Sus líderes en las regiones no pueden ver cómo el fenómeno de la para-política pasa por un lado sin que eso les genere reflexiones sobre la propia vulnerabilidad de sus proyectos políticos locales. No pueden seguir sintiendo que es un problema allá… en la Costa Caribe. No. Pero entonces ahí es mucho lo que los jóvenes de la UCJD pueden aportar a la deliberación pública y la transformación de la acción política de lo local a lo nacional. Hay que empezar por invertir el orden.

Andrea Arboleda B.
Presidenta UCJD - Bogotá

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mis felicitaciones por la seriedad de este editorial.